FustaFu
¿Cuál es tu trayectoria y qué es lo que te hizo querer ser carpintero o diseñador?
Estudié Arquitectura. Creo que todas las carreras de diseño, arquitectura incluida, comparten unas bases y conceptos comunes. Al final diseñar no es más que hacer algo deteniéndose a pensar en las distintas opciones, detalles, procesos, etc.
En cuanto a la carpintería, siempre me gustó trabajar con las manos, creo que es lo que me faltaba de la arquitectura. Mi padre es la típica persona que le gustan las herramientas, tiene un taller lleno de trastos e intenta arreglar todo por su cuenta. De pequeño, casi siempre estábamos arreglando o construyendo algo en casa así que las herramientas siempre se me han dado bien.
¿Te considerarías un carpintero?
Me cuesta bastante definirme la verdad, no tengo formación como carpintero, lo que sé lo aprendí por mi cuenta. Estoy seguro que hay carpinteros que saben mucho más que yo de carpintería, y quizás yo tenga otras aptitudes que un carpintero de formación no tiene. Aunque de momento es lo que más trabajo, tampoco me gustaría limitarme a la madera, hay muchos materiales que me parecen interesantes. Si tuviese que ponerle un nombre a lo que hago seria algo así como “designer-maker” aunque está un poco trillado. Pero creo que diseñar y a la vez producir algo da un enfoque muy particular y me gusta mucho.
Siendo arquitecto de formación, ¿cómo miras los objetos que son de escala "humana"?
Diría que la forma de afrontar el proyecto es la misma, independientemente de la escala. En arquitectura, sobretodo en el ámbito académico, se suele partir de un emplazamiento y una serie de necesidades que el proyecto debe cubrir. Me gustan los encargos que son más una lista de necesidades a cubrir que unas pautas estéticas o un diseño ya cerrado. Pienso que son los que mejor se me dan, un profesor de la universidad, no recuerdo quién exactamente decía “hay que dar liebre por gato”, es decir dar más de lo que se pide. Intento aplicarlo siempre que puedo, cubrir una necesidad que ni siquiera el cliente se había planteado que tenia puede ser muy guay.
¿Qué aportas a tus productos desde tu formación en arquitectura?
Lo principal ya lo he dicho. Aparte de eso, seguro que cargo con referencias estéticas que vienen de la arquitectura, pero creo que es algo secundario. Para mí lo más característico es esta forma de afrontar los encargos y proyectos.
¿Cuál crees que es tu habilidad más importante? ¿Qué te distingue?
No sé si sabría nombrar una como la más importante, no creo que tenga una única habilidad que me diferencie del resto. en todo caso es el abanico de las diferentes aptitudes lo que más me define. Creo que sé un poco de muchas cosas y mucho de ninguna, ¡muy típico de arquitecto!
¿Cuál es la parte de fabricación más divertida y por qué?
Me encanta diseñar, intentar esto que he dicho antes de dar más por menos. Pero también me gusta poner los diseños a prueba en la producción, esto te da un feedback inmediato y si estas desarrollando un producto puedes volver al programa de diseño, introducir cambios y volver a probar todas las veces que hagan falta. Optimizar este tipo de proceso me gusta mucho.
Tu producto portabicicletas comenzó en TMDC, ¿cómo ha crecido este proyecto en los últimos años?
El colgador de bicis empezó como una idea para mi casa, después de hacer el primero modifiqué un poco el diseño y empecé a venderlos, al principio muy tímidamente, a amigos o conocidos. Un día postie una foto en Instagram con una bicicleta de Santa Fixie y me contactaron por qué estaban interesados en venderlos en su tienda online. Fue mucha suerte, por que ademas de ser un proyecto hecho en Barcelona que me gusta mucho, tienen el almacén a apenas una calle de TMDC, cuando me hacen un pedido lo preparo y vienen a buscarlo andando, ¡más local imposible!
En 2020 empecé a vender los colgadores online a través de mi tienda en Etsy y mi pagina web. Ya van casi 200 unidades que se han ido por toda Europa, Estados Unidos y Canadá, lo cual cada ves que lo pienso me parece bastante loco.
Cada vez que hago una pequeña tirada de producción cambio alguna cosita, o del diseño, o del packaging, o del proceso de producción para hacerlo más eficiente. Es esta iteración que mencionaba antes que me encanta.
¿Cuál es el proyecto más desafiante en el que has trabajado?
Diría que fue una cafetería para la que hice varios muebles hace un par de años. Fue mi primer trabajo grande y aprender a gestionar ese volumen de muebles, coordinar con la obra, el montaje y todo no fue fácil.
¿Qué opinas de las nuevas tecnologías en la construcción o fabricación?
Creo que es una herramienta muy potente, le da una oportunidad al pequeño artesano o fabricante de ser medianamente competitivo. Pudiendo hacer cosas especialmente diseñadas y fabricadas a medida sin tener que invertir una cantidad imposible de horas en ello. Toda tecnología o herramienta tiene sus partes buenas y malas, la clave está en combinar las virtudes de las distintas herramientas juntamente con tus habilidades para sacarles el mayor provecho posible.
¿Tienes intención de ampliar tu proyecto o prefieres mantenerlo pequeño?
Es un poco un dilema, obviamente me encantaría escalarlo para poder tener una mayor estabilidad y tranquilidad económica, ahora mismo vivo un poco el día a día, nunca sé exactamente que estaré haciendo de aquí a 2 o 3 meses. Pero, por otro lado, no me gustaría escalarlo a un nivel en el que pierda contacto con la fabricación. En un mundo ideal me encantaría encargarme personalmente del diseño y desarrollo de los prototipos de los distintos prototipos y tener un pequeño equipo que haga la producción mas “en serie” una vez el diseño este definido.
¿Cuáles crees que son los mayores desafíos a los que se enfrentan los pequeños fabricantes en la actualidad?
Probablemente sea poder explicar a sus clientes el valor de su trabajo. Es inevitable que cuando alguien te pide un presupuesto compare precios con productos de grandes marcas. Obviamente como pequeños fabricantes o artesanos no podemos, y creo que no debemos tampoco, intentar competir con estas empresas.
El reto está en aprovechar al máximo el valor añadido que podemos poner a nuestros productos y que estas grandes empresas no aportan. Por suerte la tendencia está mejorando y cada vez hay más gente que valora las cosas hechas a medida, de forma local, consciente, etc. pero aún queda mucho camino por recorrer.
Gracias Facundo!
Fotografia per Roberto Feijoo